En los últimos meses has participado en los cortos Matar a la madre, de Omar Ayuso, e Inútil, de Raquel Guerrero. Vemos que tienes amistad con muchos actores de tu edad, también con Paco León… Omar nos contaba hace no tanto que para él era muy importante tener un grupo de colaboradores con los que dar salida a proyectos íntimos más allá de sus trabajos actorales más mediáticos. ¿Para ti también es así?
Claro que sí. Sobre todo me gusta que son ideas de ellos, historias muy personales. A mí me gusta contar historias, por eso soy actor, y más cuando puedes empatizar con ellos a otro nivel de sensibilidad. Por ejemplo, con Omar me llevaba muy bien antes de que él tuviese una idea para el corto. Luego me lo propuso, hicimos unas pequeños lecturas en su casa, me contó sobre la historia, y sabía que quería hacerlo. Ya no solo pensando en la cuestión actoral, sino personal. Omar es un narrador maravilloso. Me gusta la gente que saca sus proyectos adelante, que cuenta buenas historias y crea arte.
El corto de Omar, además, también va sobre la maternidad. Lo tienes ahí como un gran tema.
Si, yo creo que a veces los grandes proyectos te eligen a ti. Ese es el gran tema de mi vida, diría yo, mi gran conflicto.
¿Por qué crees que es así?
Es algo personal, me toca mucho.
Viendo la experiencia de Omar Ayuso, y que además Sagrada familia está repleta de referencias cinematográficas porque tu personaje quiere ser director, ¿te gustaría dirigir algo?
Me encantaría, pero le tengo bastante respeto, y aún me queda mucho por aprender. Tengo dos historias que me gustaría contar, una escrita desde hace dos años o por ahí, y tiene que ver también con la maternidad. Pero no es el momento. Tengo otras cosas que aprender como actor y como persona, y cuando me vea con esa madurez, ya me lanzaré.
¿Cómo fueron tus comienzos en la interpretación? ¿Alguien de tu familia se movía en esos círculos o fue algo totalmente casual?
Fue totalmente casual. Yo vivía en Murcia, y cuando me mudé con mi madre a Madrid, porque ella es de aquí, estaba en bachillerato y había repetido varias veces. Era ese momento en el que no sabes qué hacer con tu vida, y a mí me gustaba el baile, pero no sabía muy bien cómo enfocarlo, ni cómo buscarme un lugar en este sistema capitalista. Y resulta que la madre de mi mejor amigo es profesora de la ESAD de Murcia, y tenemos mucha confianza porque casi me he criado con ella, y me cuidó durante una temporada en la que mi madre trabajaba. Ella cree que tengo mucha sensibilidad y mucha imaginación, y nos ha llevado mucho al teatro, y me recomendó probar en una escuela de interpretación. Me dijo que aunque no fuera para dedicarme a ello, me podría ayudar a abrir la mente, a conocer otro mundo… Así que con 18 años recién cumplidos y sin saber qué hacer con mi vida me metí en el estudio Juan Codina, en Madrid, y me enamoré. Directamente. Me apunté en el curso de tres años, cuando llevaba dos me salió una película, y así una cosa me ha llevado a la otra.
Entonces tú no has vivido ese momento tan importante de venirte solo a Madrid, algo que ha marcado a muchos actores. Lo hiciste con tu madre.
En el fondo me vine a Madrid porque había conocido a una persona a distancia. Tenía novia y me viene aquí por amor. Y al final encontré mi camino por otro sitio.
Algo que me parece muy interesante es tu relación con la moda, porque eres un referente bastante libre. ¿Te lo tomas como un juego o es algo que te interesa profesionalmente?
Me gusta la moda, pero no sabría cómo definir mi relación con ella. Me gusta jugar con la ropa y no tengo miedo. Si me gusta una cosa, me la pongo, y eso me encanta.
¿Tienes alguna prenda fetiche o diseñador favorito?
Me gustan mucho los accesorios, y sobre todo los básicos. Mezclar lo básico para que tenga un toque especial. De diseñadores, me gusta mucho Palomo.
Eres uno de los actores españoles que más apuestan por la moda sin género. Vemos que esas líneas que dicen que unas prendas son para hombres y otras para mujeres se han difuminado, y los hombres se interesan mucho más por el maquillaje… ¿Te ha gustado siempre experimentar en ese sentido? ¿Cómo es ir a comprar o a un showroom contigo?
Es verdad que no me fijo en si algo es de hombre o de mujer. Cuando voy a un showroom, siempre me llevan a la sección de hombre. El otro día fue a Diesel y les pregunté por las cosas de mujer, y al final me llevé algo de eso. Me hacen mucho esta pregunta, pero no sé qué decir. A lo mejor es porque me he criado con mi madre, y por parte de padre tengo cinco hermanas y me ponía su ropa. Ni siquiera de pequeño me hacía esa pregunta ni he tenido ningún tipo de prejuicio. No lo pienso demasiado. Si algo me mola, pa'lante.
En alguna entrevista has explicado que, en parte por esto de la moda sin género, te preguntan mucho por tu orientación sexual. ¿Te sientes muy presionado por ello?
Sucede lo mismo que con la ropa. Parece que me tengo que poner una etiqueta. Que me pregunten así directamente si me gustan los hombres o las mujeres… Siempre me descuadra.